”La mesa en el jardín”
Entrar, llegar y ser recibidos. Pararse un pequeño espacio de tiempo al inicio para observar lo que ha de venir, calmar el espíritu antes de una tarea diferente que precisa de una atención especial. Un pequeño espacio que también sea físico, el lugar desde donde explorar un nuevo territorio a la manera de un mueble-plataforma, una mesa apoyada en un in between entre el mundo exterior y la casa-mujer del Museo Rosalía de Castro y sus jardines.
En el año 2012 se recibió por parte del Patronato de la Casa Museo Rosalía de Castro el encargo para la rehabilitación del antiguo edificio Casa Museo Rosalía de Castro, ya completamente remozado en 1973 por el arquitecto Andrés Fernández Albalat, objetivo que se cumplió durante el año 2013.
La tarea principal era conseguir adaptar, esa anterior reconstrucción, que después de 40 años se encontraba muy deteriorada, con una disposición arquitectónica ya inadecuada y con graves deficiencias higrométricas y de confort térmico, a las nuevas demandas que todo proyecto expositivo contemporáneo exige para la exhibición de material sensible, desde objetos personales a bibliográficos, pintura y otros, propios de un museo.
Terminados los trabajos de rehabilitación interior se trabajó en la accesibilidad para visitantes con movilidad reducida desde el exterior al propio edificio mediante una plataforma principal o de inicio a la visita que se explica como espacio de llegada y recepción a todo el conjunto y a los jardines.
Dada la configuración espacial de la pequeña geografía del jardín, antiguas huertas, por su carácter natural y sus irregulares pendientes, se exploró la posibilidad de que esta plataforma de llegada fuese también la pequeña atalaya desde la que los visitantes con movilidad reducida y determinadas disfuncionalidades sensoriales pudiesen tener un contacto amplio y de predominio sobre la mayor parte de los jardines sin necesidad de una aproximación física última a todos los rincones, algo muy improbable de conseguir en su totalidad, como citamos, por los condicionantes específicos de esta zona y sin que este área fuese sometida a transformaciones arquitectónicas que entrarían en conflicto con su propia conservación.
Esta plataforma es una terraza, ligeramente elevada desde la que no sólo mirar, sino un espacio de ampliación de los sentidos desde donde llegar a oler e incluso tocar parte de la vegetación que forma el conjunto del jardín, con lo cual se propone una aproximación holística más amplia, que sitúa al edificio, donde Rosalía de Castro falleció, en el “lugar” de su geografía más próxima, la huerta de la casa.
Se fabricó además una alfombra-pavimento de granito que recoge a los visitantes en la entrada exterior y los lleva hasta la referida plataforma de recepción para la presentación de los jardines y la casa, que estructura y direcciona el paso de todos los visitantes.
Esta perspectiva de mejora, la plataforma común de llegada, se convirtió tan pronto terminada la obra en uno de los puntos de mayor frecuencia de uso para todos los visitantes, demostrando, que las mejoras de accesibilidad deben estar integradas en soluciones que no las delaten como añadidos ortopédicos y segregadores de la arquitectura, sino que sean las decisiones y aportaciones en los recorridos más indicados y correctos para todos los tipos de visitantes y frecuentadores, con hándicaps o no, de espacios museísticos o expositivos en la naturaleza.
Obra: Plataforma de acceso y recepción a los jardines y casa Museo Rosalía de Castro
Arquitectos: Luis Gil Pita-Cristina Nieto Peñamaría
Colaboradores: Mónica Balado, aparejadora. Iria Brandariz Arquitecta
Año: 2013-14
Emplazamiento: A Matanza,Padrón, A Coruña, España
Fotografías: Roi Alonso | Luis Gil-Cristina Nieto Estudio