«En un espacio concebido bajo el suelo se define también un límite entre cielo y la tierra, un espacio frontera con espesor suficiente para ser habitado. La tierra, el suelo, se convierte en utensilio de la arquitectura en el que podemos cavar, excavar, tallar, enterrarnos o integrarnos, levitar o elevar respecto a la cota cero; también emerger del territorio generando en el suelo lugares de interés, lugares llenos de tensión, luz y aire que se convierten en mundos donde se producirán nuevos hallazgos.»
Iván Guerrero Ramírez; «Cota cero»,
Contrasuelo. Argumentos y arquitectura bajo la cota cero
Análisis del entorno
Desde la Porta Miñá y descendiendo por el barrio del Carmen se establece la conexión entre la ciudad romana y el río Miño. Por este espacio sale también de la ciudad el Camino Primitivo a Santiago de Compostela; por lo que puede decirse que el espacio engloba un importante volumen de activos culturales, con un gran potencial arqueológico e histórico que es necesario poner en valor.
Dentro de la ciudad de Lugo, el barrio del Carmen conserva todavía la esencia rural de décadas pasadas pues casi desde el pie de la muralla y hasta la orilla del río Miño se extienden pequeñas huertas en un espacio que resiste a la presión urbanística. El Carmen alberga, además, un importante número de restos arqueológicos. Por él discurre el trazado de la antigua calzada romana denominada, en el itinerario de Antonino, como Vía XIX y el Camino Primitivo a Compostela, remarcado a su paso por la capilla del Carmen o de la Virgen del Camino.
Pero lo que hoy es un barrio “perimetral” guarda en su subsuelo una parte activa de la ciudad romana altoimperial, con la existencia de espacios habitacionales y vías porticadas, que se transformará posteriormente en un importante barrio alfarero e incluso zona de necrópolis, al quedar extramuros con la construcción de la muralla.
Descripción de la intervención arquitectónica
El proyecto versa sobre el acceso al subsuelo y la mejora de las condiciones del actual volumen que albergan parte de la cloaca romana de Lugo en el espacio extramuros de Porta Miñá a espaldas del antiguo matadero. En la actualidad el acceso, sólo posible para técnicos, se realiza de forma dificultosa mediante escaleras desplegables. Lo futuros usos como espacio musealizable fueron el origen de la convocatoria y concurso ganado para hacer el espacio accesible a la vez que mejoradas sus condiciones generales para una comunicación museográfica de sus valores arqueológicos e históricos.
Se plantea resolver la implantación de las comunicaciones verticales, escaleras y elevador, mediante una localización que salve el problema estructural derivado de la actual disposición por modulación y proximidad entre vigas de soporte del forjado que impide unos desarrollos adecuados de bajada. En paralelo la nueva implantación se apoya en dos premisas previas:
-. No invadir con una nueva construcción o volumen -por reducido que sea- el atrio posterior. Acción que terminaría por colmatar el escaso espacio de respeto del bien catalogado del antiguo edificio del matadero, hoy edificio “Porta Miñá”.
-. Dignificar, mediante una reasignación de programa, el local posterior-actual almacén y aseo-, y por ende el resto del espacio del reseñado atrio posterior, revisando y mejorando la apariencia impropia de esta construcción en ese contexto, para transformarlo en la bisagra o espacio que soluciona las nuevas demandas de accesibilidad-recepción y bajada para la visita a la Cloaca.
Más allá de estas premisas, que plantea limpiar el atrio exterior de nuevos elementos, se busca dejar al visitante en una transición de bajada natural en la cota de sótano desde la cabeza norte de la nave inferior con dos objetivos:
-. El primero, hacer percibir directa y frontalmente al visitante que desciende las proporciones de la nave que alberga el bien, la Cloaca de forma completa y en toda su profundidad, algo que la propuesta ofrece al realizarse la llegada desde el tope de uno de sus fondos, el norte. De esa manera se intenta poner en escala la Cloaca al ámbito que lo alberga y se refuerza como objeto físico único de valorización este elemento.
-. El segundo, exponer o comunicar el objeto de interés arqueológico desde una distancia lo más lejana posible, para poder gestionar un acercamiento progresivo posterior, caminando sobre una plataforma ligera, algo que no sería posible conseguir si la bajada se propusiese en una posición central desde el atrio superior. La cota de pisada o altura de esta plataforma de llegada, es la que determine finalmente el discurso del proyecto arqueológico, aunque se prevé como propuesta la que sería la propia del suelo acabado de la calzada original que existía sobre la infraestructura romana de la Cloaca. De esa manera la relación de escala y percepción del visitante al bien es la que tendría un coetáneo de la infraestructura en su plano de paso sobre el suelo que se le sobreponía.
El resultado de agrupar estos elementos del programa, acceso superior, escalera, elevador, aseo, almacén, etc se resuelve así finalmente en un nuevo volumen, que sustituye al antiguo almacenillo, que se muestra semicerrado mediante una celosía de pletina de acero pintada en blanco, fachada traslúcida al atrio, y protegido mediante una cubierta ligera de zinc prepatinado de junta alzada y pendiente mínima en armonía con el espacio libre del atrio y del edificio del antiguo Matadero.
Sistemas de ventilación y de iluminación
Al margen de los sistemas de iluminación artificial que el proyecto de musealización propondrá, tanto de los estándares básicos, como de otros relacionados con la valorización del bien, el proyecto de arquitectura establece dos huecos de iluminación natural que proponen armonizar un espacio de vocación subterránea con la luz exterior:
-. Un lucernario-respiradero lineal en el flanco posterior del muro noroeste que organiza una luz rasante todo a lo largo de la nave inferior y que se expresa al atrio como una especie de banco corrido que también servirá como ventilación natural al conjunto.
-. Una ventana continua horizontal exterior o interior resultado del fundido de los 5 huecos verticales actuales, que además de verter luz de fondo a la nave podría hacer las veces de ventana arqueológica en la fachada sur-oeste.
Ambos huecos tienen por misión aportar una luz natural que recree una atmosfera cambiante durante diferentes partes del día o durante tiempos atmosféricos cambiantes, en colaboración con el tratamiento final de los paramentos verticales y horizontales interiores.El proyecto desarrollará la solución técnica para que estos elementos que ponen en contacto ambos mundos, subterráneo y exterior, a través de la luz natural, también sean utilizados como elemento de ventilación y respiración, natural o forzada, de la nave de forma que se usen y crucen métodos pasivos de respiración en un local subterráneo en contacto directo y abierto con el terreno natural que hace de soporte arqueológico.
Promotor: Concello de Lugo. Lugo
Empresa invitada al concurso restringido: Kultura-Antonio Nicolau. Apartado de Arquitectura, Luis Gil Pita gilpitanietopeñamaría arquitectos.
Año: 2021
Colaboradores:
Desarrollo del proyecto de ejecución OLA estudio, Óscar López Alba en UTE con Luis Gil Pita.
Maria Teresa Marot. Arqueóloga Conservadora del Gabinete Numismático de Cataluña MNAC (Barcelona)
Maria Luisa Castro. Arqueóloga
Lidia Font. Conservadora-restauradora. Responsable del Departamento de conservación preventiva y restauración del Museo de Historia de Barcelona.
Luis Manuel García. Diseñador gráfico
María José Vázquez. Arquitecta
Emplazamiento: Lugar de Porta Miñá, Lugo, Galicia, España
Expresión gráfica y 3D: Estudio Cristina Nieto-Luis Gil