Restauración del cenotafio de Sir John Moore. A Coruña

Grabado de las vistas del Jardín de San Carlos (A Coruña), dibujado de D. J. Cuevas | Fuente: Revista ilustracición gallega y asturiana, 1879
Revisitar la historia de un monumento funerario
El bien objeto de estudio es un elemento encaramado sobre una plataforma elevada, antigua fortificación y polvorín de San Carlos. Se trata de un elemento que sirve de referencia y señal visual desde donde parten o llegan todos los brazos de un romántico jardín, organizando centralmente la completa composición espacial de toda la plataforma.
Más allá de los valores artísticos y memorialísticos, el monumento funerario fue el motor de la transformación de un espacio abandonado -en etapas sucesivas- hacia un lugar de recreación y una propuesta de esparcimiento como primer parque jardín de la ciudad. Un núcleo conmemorativo, el monumento, del que irradia un dominio que busca dominar por primera vez la naturaleza en un rincón de la ciudad reservado hasta entonces con un absoluto carácter militar.
El enterramiento es una construcción funeraria de carácter culto y urbano, que se construyó en varias fases y siempre bajo proyectos conocidos y de la que existe amplia información contenida en diversas bibliografías, tanto gráficas como narrativo-descriptivas.
Trabajar en el tiempo y en los bienes y arquitecturas que otros pensaron y construyeron antes que nosotros, tiene un deje a colaborar con esos otros arquitectos que ya no están. Si Viollet-le-Duc dice que restaurar es devolver la sangre original al edificio, lo que él llama el estilo, también lo es devolver en cierta manera a quien proyectó en primer lugar, el derecho a ver su obra tal como la pensó o como la ejecutó. En este caso a los promotores de una secuencia o palimpsesto de acciones que se encadenan desde 1808 y que rematan con el proyecto envolvente de D. Juan de Ciórraga.
Tras casi 200 años de vida e historia, revertir el progresivo deterioro constructivo de los materiales originales (granito, forja, fundición y bronces) y también mejorar el entorno interior e inmediato para devolverle el estado funcional, ambiental y urbano adecuado a la calidad de este bien, fueron el doble objetivo que se perseguía con los trabajos de restauración del monumento funerario.
Descripción del Mausoleo de Sir John Moore
Después de 200 años de convivencia espacial entre el cenotafio y su espacio circundante, el monumento funerario es ya un elemento inseparable junto al parque jardín, que forma parte de los valores arquitectónicos, espaciales, memorialísticos e imaginarios, tanto para la ciudadanía coruñesa como de los visitantes internacionales, especialmente los del mundo anglosajón y británico en particular.
Dada su posición centralizadora y organizadora de todo el conjunto, la pieza manda desde cualquier rincón del interior del recinto proporcionando múltiples lecturas centrípetas, frontales y diagonales. Su formalización mayoritariamente neoclásica, propia de su época, ayuda a centrar y calmar la composición que deja movimiento y lirismo a la naturaleza cambiante, tanto a la plantación de árboles a mayor escala como a la jardinería de lectura más doméstica.
Este monumento funerario es un palimpsesto que incluye al menos 4 intervenciones muy claras en su definición temporal de las que se conserva un registro actual, y además otros momentos intercalados -u originales- que han desaparecido o de los que no queda más registro que el gráfico. o bibliográfico (ver, por ejemplo, la primera construcción del cenotafio en madera, la intervención en 1862 por el arquitecto José María Noya, de una folie de ladrillo y zinc que tiene especial interés por ser el primer diseño estilo neoárabe firmado por un arquitecto gallego, o la ornamentación romántica a base de jardineras y bellotas de pino en las esquinas de los recintos, que ya fueron retiradas en el siglo XX).
El monumento cuenta actualmente con un doble recinto que protege la zona funeraria propiamente original. Siempre en la propuesta de trabajo, el proyecto se describe de adentro hacia afuera reflejando los diferentes dominios y su construcción a lo largo del tiempo. De esa manera el conjunto consta de:
– El cenotafio original propiamente dicho con un zócalo rectangular decorado con almohadillados circulares y rectangulares situados sobre las 3 niveles existentes. Este elemento de formalización clásica es la pieza central del conjunto construido, el núcleo a partir del cual se expanden el resto de vallas o intervenciones. A este pedestal se le añadió en 1839 un elemento superior en forma de sarcófago pétreo con líneas y aristas decimonónicas y una cubierta de 4 vanos, construida con piedra blanca, formalmente más ligera que la fría neoclásica original, para elevar y recoger las visuales del sepulcro, como monumento centrador de todo el Jardín de San Carlos.
-. Una primera valla de granito que se levantó a modo de pretil de piedra reforzada con pilastras almohadilladas y decorada con los mismos huecos geométricos circulares en consonancia con el cenotafio original. La intervención quedó registrada gracias a una inscripción colocada en el muro interior del lado oeste, en la que figura el nombre del cónsul que impulsó su construcción y el año 1824 en que se realizaron las obras. Esta cerca de piedra está protegida con un remate de picas o lanzas forjadas en todo el perímetro que, más allá de su efecto físico de protección real y figurativa, retira la solidez de la masa pétrea afilando y aligerando la lectura de esta cerca.
En su exterior, este dominio de piedra cuenta con una placa conmemorativa de mármol macael de 1891 en el frente norte, y vista desde la entrada principal al jardín.
-. Una segunda cerca fechada en 1864 firmada por el arquitecto municipal Juan de Ciórraga con VB del arquitecto provincial Faustino Domínguez. Se trata de un anillo de protección más ligero y permeable que, sin dejar de proteger la zona anterior con una nueva valla, no impide su visión ni reduce la solidez de intervenciones anteriores y más antiguas. Esta actuación consiste básicamente en la instalación de una verja continua con cancilla al naciente, con pilares y pilastras esquineros de granito con una función decorativa, protectora y de realce general.
Proyecto: Restauración del cenotafio de Sir John Moore. A Coruña
Localización: Jardín de San Carlos, A Coruña (Galicia, España)
Autor del proyecto: Luis Gil Pita – Cristina Nieto Peñamaría. ARQUITECTOS
Colaboradores y constructores: Iria Baltar (Restauradora), Julio Besiga+ Cristina Besiga (arquitecto/a)
Año finalización de la obra: Diciembre 2024
Fotografías: Roi Alonso. Fotógrafo