Reurbanización del entorno de “Baixada de San Gregorio” en Ponteareas

Existe la lectura aceptada de que gran parte de las actuaciones que versan sobre la rehabilitación y el acondicionamiento de espacios urbanos, históricos o de nueva planta, no son arquitectura sensu stricto, como si el trabajo y la acción sobre un plano de pavimentación tuviese escasas oportunidades de alterar nada más allá que esa piel de cota cero. Sin embargo en innumerables ejemplos de la historia y, metafóricamente también en este caso a través de la obra del artista Rubén Ramos Balsa (S/T 2002 en la colección Purificación García), al contrario, el trabajo de reconfiguración en el suelo, es la prueba de que la reformulación del plano de la pisada tiene, cuando se trata con sinceridad, una capacidad irrefutable de activar y/o regenerar la espacialidad de un lugar.

Rubén Ramos Balsa (S/T 2002 en la colección Purificación García).

La propuesta de reurbanización de Baixada de San Gregorio, además de cumplir con todas las expectativas del rigor constructivo e infraestructural técnico, tiene un compromiso tanto con el tiempo pasado, que es la historia y la memoria de este área concreta de la villa de Ponteareas, como con el tiempo contemporáneo, en el que debe emplazarse la nueva propuesta de manera que sea el motor reactivador de esta zona marginalizada de la villa.

La acción reurbanizadora se se realiza sobre antigua arteria principal-la Baixada de San Gregorio- ampliándose a sus capilares anexos-rueiro Monfortinos y otros-, espacio público lleno de historia y uso, que fueron hasta no hace muchos años frontera de acceso tradicional a la ciudad desde la carretera de Ourense.

Un lugar de transición que ha ido perdido ese carácter de puerta urbana, de entrada y salida al territorio circundante, y de espacio comercial diario, hasta llegar a nuestros días mostrando, mediante su abandono y desuso, una clara desagregación del resto del tejido de la villa. La desestructura entre el actual plano horizontal de paso y la escena urbana de tránsito que lo cierra se aceleró después del año 1971, en que el área fue desprovista de su pavimento y sección original para acometer una reurbanización sin cualquier atención al carácter histórico de esta zona.

A partir de esas fechas la continua densificación y utilización de vehículos particulares y la apertura de nuevas vías de acceso rodado al centro de la villa, junto a la reubicación en otra parte de la ciudad de la parada de autobuses, antes al pié de la Baixada de San Gregorio, contribuyeron finalmente a convertir esta antigua puerta y acceso directo a la plaza de mercado, en una zona marginada de su uso natural como atajo inmediato al centro comercial tradicional de la plaza de la feria.

Después de ello la falta de mantenimiento y uso efectivo ha terminado por llevar al abandono de varios inmuebles que colaboran en la ruina del tejido que nutre a la calle y por tanto la perdida de una percepción global de la espacialidad tradicional del conjunto.

E nuevo proyecto intenta ahondar, más allá de las soluciones infraestructurales contemporáneas (redes de saneamiento, telefonía-cable, electricidad e iluminación, etc) en la transformación de un espacio a través de la recomposición de la superficie densa del suelo. Actitud propositiva que redefiniendo ese plano bajo los pies deja claro que podemos alterar la percepción del todo, subvirtiendo y negando la lectura más simple y derrotista que tiende a asumir que las estereotomías de lo que caminamos sólo tienen importancia para el horizonte visual de cota cero. Será la forma de nutrir al tejido doméstico tradicional de una vitalidad que lo haga susceptible de ser demandado por nuevas formas de habitabilidad doméstica y tal vez también nuevas formas de entender el comercio o los talleres profesionales o artesanos de nueva generación.

Prorpuesta. Axonometría de conjunto.

También el nuevo proyecto profundiza en la idiosincrasia cultural de unas calles que son by pass, previo y posterior, al pavimento de las fiestas de Corpus de Ponteares, en las que el suelo se vuelve lienzo sutil y admirado de los alfombrados florales. Habría que repensar y proponer si la restitución de carácter a esta área serviría para fijar y ampliar el uso de las alfombras florales también aquí.

Así mismo el proyecto de reurbanización piensa la calle y sus brazos menores más allá, que como vial de acceso, como lugar, con sus reservas de espacio de juego y parada a la contemplación. Espacio para los niños, para los mayores, que son aquellos que más hidratan de vida la ciudad y de los que más necesitado está el espacio público.

Equipo Redactor.
José Luis Gil Pita. Arquitecto.
Eduardo Cruz Aguiar. Arquitecto- Andrés Cruz Aguiar. Arquitectos coautores.
Enrique Vázquez Suárez. arquitecto colaborador
Restituciones 3d. Jorge Lamas
Mónica Balado. Aparejadora.
Inous enxeñería global. Ingeniería de redes.

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